A lo largo de todo el proceso educativo, el profesor de Educación Física (E.F.) es el agente que provoca el proceso de cambio en la mejora del razonamiento de los alumnos, puesto que les ayuda a aprender a usar con precisión el lenguaje (verbal y no verbal) que se utiliza en las clases de E.F.; a ver las cosas desde la perspectiva de los compañeros y del material puesto en juego; a no realizar acciones físico-deportivas precipitadas; a evaluar y reevaluar las propias creencias puestas en práctica; a usar procedimientos que puedan facilitar un buen razonamiento para resolver con éxito las tareas motrices; a buscar contraejemplos; a reconocer que para razonar bien en una actividad motriz no hay nada mejor que tener buenos conocimientos sobre ella; a reconocer y a aceptar que uno puede tomar una decisión errónea cuando decide qué hacer. En este sentido, este artículo trata de desvelar, desde una perspectiva constructivista, cuáles son los procedimientos para que el profesor de E.F. enseñe a los alumnos a interactuar con el conocimiento cuando llevan a cabo la resolución de tareas motrices, teniendo en cuenta a la persona desde una perspectiva integral, utilizando como herramienta de trabajo el juego. A lo largo del mismo se exponen los objetivos, los principios y las estrategias para enseñar a pensar; hecho al que deberíamos atender si pretendemos organizar la interacción del alumno con el conocimiento.
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