María Teresa Laespada Martínez
Los jóvenes salen la noche del viernes y del sábado y aquellos que no lo hacen, son considerados raros. La sociedad lo acepta con naturalidad y los padres educan a sus hijos desde la permisividad, olvidando la educación autoritativa. Y en esas salidas nocturnas, el gran acompañante siempre es el alcohol. En el artículo se explica por qué.
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