Mientras el sentir general considera que Adam Smith es el padre del capitalismo, de los mercados abiertos y del libre comercio, varios estudiosos han cuestionado recientemente el grado en que Smith puede ser catalogado como un irrestricto partidario de la política del laissez faire. Algunos llegan incluso a argumentar que Smith se encuentra más próximo al liberalismo progresista e igualitarista que al liberalismo clásico. En este ensayo se sostiene que Smith debe ser visto con propiedad como un defensor de la libertad política de las personas. En su condición de realista ¿señala el autor¿ Smith reconoce los potenciales peligros que entraña el libre comercio, pero su insistencia en la libertad y su creencia en el poder benéfico de los mercados morales y económicos lo sitúan claramente en la esfera del liberalismo clásico antes que en el liberalismo progresista.
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