En este trabajo nuestra pretensión ha sido estudiar un trastorno que se supone más frecuente de lo que aparece en las estadísticas al uso; nos referimos al ¿síndrome de Münchausen¿, denominado en las modernas clasificaciones como ¿trastorno facticio¿, según terminología aconsejada por Spiro.
La aproximación efectuada tiene que ver con un ¿análisis estructural¿, con el que se ha pretendido filiar el citado trastorno en el marco de una de las tres ¿estructuras clínicas¿ descritas clásicamente. Para este menester hemos utilizado a una paciente, con ingresos repetidos en la Unidad de Agudos de nuestro hospital, como caso representativo de otros analizados.
Debido a las características que presentan estos sujetos (entendidas aquí como ¿invariantes estructurales¿), que se refieren a: transgresión, sometimiento del otro, vivir al servicio de la pulsión, mentir a costa de dañar a los demás, desafío, etc., hemos obtenido como resultado su inclusión en la ¿estructura perversa¿. Entendemos que este discernimiento (estructural) es muy importante para el psiquiatra, pues supone dejar de filiar los comportamientos estudiados como pertenecientes a la histeria o de indicar que los realizan de modo ¿inconsciente¿, al tiempo que induce a la adopción de una postura determinada ante el paciente
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