Comienza el autor destacando el interés que el desarrollo económico tiene en todos los países del mundo y la estrecha relación que este problema y la integración económica europea tiene en la actualidad en España. Pasa después a comparar la situación de la agricultura española con la europea. Se examina a continuación la política de estructura que habría de adoptarse para conseguir una modernización de nuestra agricultura. Expone la necesidad de adoptar una política de exportación dinámica que contribuya a desarrollar este importante sector. Los problemas de la agricultura que actualmente produce para el consumo interior los estudia en su doble vertiente de aumentar la producción unitaria y la productividad por hombre empleado. Se refiere a continuación a la organización comercial de la agricultura y a la educación del agricultor. Estudia los problemas de la organización económica de la empresa, afirmando que el agricultor no debe contentarse con ser un buen profesional, sino también un buen administrador cuyas decisiones obedezcan a principios económicos. Como consecuencia del Plan de Desarrollo, configura lo que, a su juicio, será la nueva agricultura española dentro de los próximos quince anos y en comparación con la europea.
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