El presente artículo analiza algunas formas en que fueron adaptados ciertos principios liberales por habitantes de varios pueblos en las provincias de México, entre 1820-1825. Dado que algunos curas esperaban que se cumpliesen las promesas favorables insertas en el Plan de Iguala, la aplicación de libertades y derechos de corte gaditano fue motivo de conflictos entre los actores políticos de las localidades. Sin menoscabo del acendrado catolicismo, el liberalismo fue utilizado para defender costumbres y derechos tenidos como justos entre los feligreses, en una sorprendente expresión del cambio cultural que operaba en territorio novohispano desde mediados del siglo XVIII.
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