En 1997 la Organización Grameen Telecom creó el programa Village Phone, cuyo objetivo era incrementar el acceso a las comunicaciones de la población más pobre de áreas rurales de países en vías de desarrollo. El modelo pionero, que hoy en día goza de reconocimiento internacional, tuvo lugar en Bangladesh y consistió en la creación de microempresas de telefonía móvil rural atendidas por operadoras. Aparte del desarrollo económico, el programa se propone fomentar el empoderamiento de las mujeres en los ámbitos económico y político de sus comunidades. Su principal logro es que consigue una sinergia entre objetivos económicos y fines sociales, ya que contribuye a disminuir la falta de acceso a la información que dificulta el desarrollo. Actualmente el modelo se está repitiendo en países como Uganda.
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