La tercera parte de los objetivos de la Declaración del Milenio (Nueva York, septiembre 2000) está relacionada con la salud: reducir en tres cuartas partes la mortalidad materna; en dos terceras partes la tasa de mortalidad en niños menores de 5 años, y detener y empezar a revertir la propagación del SIDA y la malaria. Cada persona, colectivo, institución y país debe identificar aquellos objetivos sobre los que puede influir positivamente, valorar la forma más apropiada para canalizar su aportación, descubrir los socios que pueden ayudarle a hacer más eficiente su trabajo, trabajar con una meta a medio plazo y dar seguimiento y evaluar periódicamente el fruto de su trabajo desde una perspectiva global. Bajo este enfoque multidisciplinar, la única posición personal o institucional que no tiene cabida es la pasividad o el inmovilismo. El Informe sobre Desarrollo Humano del PNUD del año 2001 pone de manifiesto, por ejemplo, que la contribución del desarrollo de tecnologías apropiadas (re...
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