La adecuación de la agricultura francesa a las nuevas condiciones económicas y sociales de la época y el diseño del tipo de agricultor necesario para llevar a cabo esta adecuación son el núcleo de este trabajo. Se toman como elementos de juicio las conclusiones de los debates mantenidos en el sector a lo largo de los últimos anos en los que se entrecruzan la utopía y el análisis de la realidad. Clarificar los dos términos de esta dicotomía lleva al autor a contemplar los modelos dominantes de producción ante la "diversidad" de la agricultura francesa y a valorar la responsabilidad de las organizaciones profesionales en la divulgación y tutela de los nuevos objetivos, Las cuestiones planteadas en el estudio son enfrentadas desde el exigible imperativo de mantener la cohesión de las sociedades rurales y revalorizar el papel de los agricultores en la sociedad francesa.
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