El Stanbrook: un barco mítico en la memoria de los exiliados republicanos

• Autores: Juan Martínez Leal
• Localización: Pasado y memoria: Revista de historia contemporánea, ISSN-e 2386-4745, ISSN 1579-3311, Nº. 4, 2005 (Ejemplar dedicado a: Represión y violencia (1936-1945)), págs. 65-82
• Idioma: español
• Títulos paralelos:
  • The Stanbrook: a mythical boat in the memory of Republican exiles
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• Resumen
  • español

    En la hora final de la derrota, miles de combatientes republicanos huyeron hacia los puertos de Levante para escapar de la represión embarcando hacia el exilio. La mayoría de ellos quedaron atrapados en el puerto de Alicante, tras esperar dos días inútilmente barcos que nunca llegaron. Sólo el Stanbrook, un viejo carbonero inglés, aceptó embarcar a cerca de tres mil refugiados -hombres, mujeres, niños-, carga muy por encima de la capacidad del barco, que lo obligaba a navegar por encima de la línea de flotación. Tras una larga, incierta y dramática travesía, el barco llegaría a Oran, pero tras negar las autoridades francesas la autorización para desembarcar al pasaje (sólo lo hicieron las mujeres y los niños), los expatriados, hacinados y exhaustos, tuvieron que permanecer en el interior del barco durante casi un mes en condiciones infrahumanas, hasta que, finalmente, fueron enviados a centros de acogimiento y campos de concentración en la Argelia francesa.

  • English

    As the final hour of defeat loomed, thousands of Republican combatants fled towards ports along the Levantine coast to escape repression by sailing into exile. Most of these were trapped in the port of Alicante, after waiting two days for boats which never came. Only the Stanbrook, an old British collier, agreed to take on board around three thousand refugees - men, women and children - a figure that gready exceeded the capacity of the boat, and which forced it to sail below the water line. Following a long, uncertain and dramatic crossing, the boat reached Oran, but after the French authorities refused the passengers permission to disembark, the exhausted emigres had to stay inside the boat in subhuman conditions for nearly a month, until they were finally sent to refugee centres and concentration camps in French Algeria.