El presidente de BBVA, uno de los grandes bancos españoles, con gran proyección internacional, escenario en el que ocupa uno de los lugares más relevantes de la gran banca internacional, es un hombre inevitablemente atareado. Y viajero, dada la presencia en numerosos países del banco que preside. Tomará un avión para Nueva York inmediatamente después de recibir en su amplio despacho de trabajo de la planta 26 de la sede madrileña del banco a la Revista LEER, para hablar obviamente de la Ruta Quetzal-BBVA, de sus espléndidos presente y futuro.
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