Este artículo atiende al déficit de legitimidad de las discusiones y consensos bioétiocs y muestra esta carencia en relación a : la falta de representación de ls mujeres en los foros bioéticos, la dirección de la agenda bioética global y su apuesta por una medicina hipertecnológica al tiempo que evita o margina las cuestiones de la justicia, y finalmente, el elitismo de los expertos que, a la postre, son los únicos sujetos oídos en la deliberación de asuntos controvertidos. Los debates feministas sobre la inclusión democrática, la necesidad de repensar la universalidad para que alberque la pluralidad y la conciencia del papel jugado por las diferencias/desigualdades y por las relaciones de poder pueden ayudar a enfrertarnos al reto de un bioética global más democrática e inclusiva.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados