El 0,5 % de la población precisa tratamiento con glucocorticoides. A pesar de su indiscutible utilidad, pueden originar múltiples efectos secundarios, entre ellos los musculoesqueléticos como la osteoporosis, la ruptura tendinosa, que es excepcional, la osteonecrosis y la miopatía.
Presentamos el caso de una paciente de 72 años con antecedente de asma bronquial que, tras una reagudización de la misma que requirió tratamiento con 5 mg/día de prednisona, presentó dolor y dificultad para la marcha. La exploración hizo sospechar una ruptura bilateral de tendones aquíleos, que se confirmó mediante ecografía y resonancia magnética nuclear (RMN).
La incapacidad era grave. Realizando marcha en el domicilio con andador, la puntuación según la escala FIM pasó desde 112 a 120 tras tratamiento quirúrgico y rehabilitador.
Ante un paciente en tratamiento crónico con corticoides y patología musculoesquelética es preciso descartar que dicha patología sea consecuencia del consumo de estos fármacos. La ruptura tendinosa espontánea y bilateral es excepcional y muy incapacitante, su tratamiento es quirúrgico y/o rehabilitador.
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