Resumen de Sistemas fotovoltaicos conectados a red: políticas y programas de apoyo
Diego López Talavera, Manuel Fuentes Conde, G. Nofuentes, Jorge Aguilera Tejero
Al comienzo de la década de los 90, las principales aplicaciones fotovoltaicas se centraban en sistemas autónomos, de comunicaciones y de consumo. A partir del año 2000, los sistemas fotovoltaicos conectados a la red han experimentado un fuerte crecimiento, y se estima que la potencia instalada en aplicaciones fotovoltaicas domésticas conectadas a la red ha pasado de representar el 3,3% del mercado fotovoltaico mundial en 1993 a un 66% en 2004 (Maycock, 2005). Aparte de la creciente concienciación social respecto al medio ambiente, este desarrollo se ha producido principalmente a causa de la continua disminución en los costes de estos sistemas, junto con la amplia variedad de estrategias/políticas de promoción y programas de apoyo que han promovido varios países desarrollados. Dichas políticas y programas han sido impulsados por los siguientes factores: los compromisos nacionales para alcanzar las reducciones de emisiones de gases de invernadero adoptadas en el acuerdo de Kyoto (la conferencia de las partes de Kyoto de la Convención del Clima en 1997, COP-3), el ahorro en el coste energético a largo plazo, la creación de empleo y la contribución a la seguridad del suministro (Aitken, 2003).
En este artículo se realizará un estudio de las políticas y programas de apoyo a los sistemas fotovoltaicos. También se proporciona una clasificación de los mecanismos o instrumentos financieros utilizados para poder llevar a cabo dichas políticas y programas de apoyo, atendiendo a si dichas medidas están enfocadas al coste de la inversión inicial (subvención, créditos blandos, desgravaciones fiscales, etc.) o si están enfocadas a la producción de electricidad (tarifas o primas mínimas, sistema de cuotas, certificados verdes, etc.). El análisis de las diferentes políticas o programas se hará a escala mundial, profundizando y realizando un estudio más detallado de los países con mayor representación en el sector fotovoltaico, como Alemania, EE.UU., Japón, y de manera especial para España
