Uno de los acontecimientos económicos de mayor re/e-vancia del año 2001 ha sido, sin duda, la integración de China en la Organización Mundial del Comercio. Por su peso económico actual y por sus posibilidades de desarrollo futu-ras, China constituye uno de los principales centros de gra-vitación de la economía internacional; de ahí el interés de su integración en los foros de concertración de las prácti-cas comerciales. En el presente artículo se analiza el efec-to que la integración de China en la OMC puede tener tanto para China como para la economía internacional. El artícu-lo concluye con un análisis de las repercusiones que para España va a tener esta importante decisión.
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