Jesús Pozo Martínez, Ana Basaguren del Campo, Arturo Elosegi Irurtia
La mayor parte de los trabajos sobre ecología de ríos se ha centrado en características estructurales, y se ha dedicado menos tsfueno a estudiar los atributos funcionales de los ecosistemas fluviales. El laboratorio de ecología de ríos, en la Universidad del País Vasco, ha estado estudiando arroyos desde una perspectiva ecosistémica, incluyendo propiedades estructurales y funcioI/Illes. y mostramos aquí una revisión de los trabajos llevados a cabo. Los ríos vascos que drenan al Océano Atlántico son cortos, defuerte pendiente, y torrenciales, y tienden a mostrar fuertes variaciones espaciales a consecuencia de cambios en geología y lISOS del suelo. Cuando existen, los bosques riparios limitan la capacidad de crecimiento de los productores primarios, y son fuente de materia orgánica particulada gruesa, un importante recurso alimentario para los consumidores. La estructura trófica de las comunidades de macroinvertebrados bentónicos cambia aguas abajo con la abundancia de recursos, aunque las variaciones temporales de recursos y consumidores no están sincronizadas. El análisis de contenidos digestivos muestra que la dieta de lligunas especies cambia con el grado de desarrollo larvario, y en consecuencia, previene contra la asignación indiscriminada de categorías tróficas. Las riadas son perturbaciones importantes que afectan tanto a productores primarios como a consumidores, o a procesos a nivel de ecosistema. Otras perturbaciones importantes son los cambios en la vegetación riparia, que pueden lljéctar profundamente los recursos alimentarios de las comunidades fluviales. Este conocimiento básico se ha utilizado para desarrollar nuevas herramientas de evaluación del estado de los ríos, basadas en dos funciones claves: la descomposición de Iwjarasca y el metabolismo del río. Tanto la eutrofización como los cambios en la vegetación de ribera afectan el uso de la hojalIISCa y. por tanto, impactan en el funcionamiento del ecosistema, lo que hace de la descomposición de hojarasca una herra//lÍenta prometedora para el seguimiento de los ríos. Por otra parte, el metabolismo del ecosistema fluvial es afectado por IlUChos impactos humanos, y puede ser medido en continuo en estaciones de aforo modernas, lo que permite seguir el funciona//lÍen/o del ecosistema casi a tiempo real. Esperamos que estas y otras propiedades fitncionales se integrarán en los protocolos de seguimiento rutinario, que así tendrán en cuenta tanto el lado estructural como el fUncional de los ecosistemas fluviales.
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