El uso de tratamientos complementarios derivados de hierbas medicinales es bastante común entre las personas infectadas por VIH. Diversos estudios señalan que, en USA, hasta el 80% de la población seropositiva ha recurrido alguna vez a la medicina complementaria. Los objetivos que se buscan en este tipo de terapias son reforzar el sistema inmunológico, evitar las neoplasias, tratar problemas asociados al SIDA, como las infecciones, las alteraciones de la piel, la depresión o paliar los efectos adversos de los antirretrovirales, como las náuseas, la diarrea o la pérdida de peso.
La falta de eficacia de estos tratamientos y, sobre todo las potenciales interacciones de los remedios herbales utilizados en estos casos con los fármacos antirretrovirales hacen necesaria su revisión
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados