La Unión Europea puede desempeñar un importante papel favorecedor de la distensión en las relaciones internacionales. La diplomacia europea ha intentado reducir la tensión entre Estados Unidos e Irán. Desde Europa se ve posible aplicar una política que, con la conformidad de la Agencia Internacional de Energía Atómica, asegure a Irán el uso pacífico de la energía nuclear y saque a este país del clima de desestabilización y confrontación en el que entró en la década de los años ochenta.
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