Los accidentes relacionados con la conducción que se consideran accidentes de trabajo pueden ser de tres tipos: in itinere-los que sufra el trabajador al ir o volver del lugar de trabajo-, en misión -accidente de tránsito para ejercer su actividad- y accidentes en el trabajo de conducir. Para paliar este siniestralidad laboral, es preciso que el plan de prevención de la compañía incluya la evaluación de los riesgos de circulación; además debe adoptar medidas preventivas en este ámbito y verificar su eficacia. Para ello, es imprescindible la formación, información, participación y consulta de los trabajadores en materia de seguridad vial.
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