El paisaje está suscitando interés creciente en los últimos años como un elemento más de calidad de vida de las sociedades avanzadas. Al mismo tiempo, se afianza su carácter territorial y su implicación en las políticas urbanísticas y de ordenación del territorio. Gestionar adecuadamente el paisaje, proteger sus valores y facilitar su disfrute a la población rquiere la elaboración de proyectos, sustentados en la participación pública y en el desarrollo de métodos capaces de diagnosticar su estado y de plantear propuestas paisajísticas viables. En la última parte de este artículo se propone un esquema metodológico basado en experiencias nacionales, internacionales y en la de los propios autores.
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