La década que termina ha visto aumentar con rapidez la realización de planes estratégicos en toda España, lo que muestra una mayor voluntad de racionalización y legitimación de los procesos de decisión urbana. Sin embargo, en buena parte de los casos, o bien no ha existido una clara comprensión conceptual de la verdadera naturaleza de los planes y de sus implicaciones o bien se han utilizado como instrumentos de proyección social por parte de los líderes locales. Solamente en algunos casos, los menos, ha habido una mejor percepción de las importantes potencialidades de este nuevo instrumento de intervención en la ciudad.
En este breve ensayo, se trata de poner de manifiesto que la planificación -desde una perspectiva institucionalista- no es solo un ejercicio de creación de proyectos estratégicos en torno a un futuro deseado de ciudad, sino también un proceso de interacción social a través del cual las regiones urbanas pueden capitalizarse en un múltiple sentido económico, social, político, cultural e institucional. Algo en lo que los dirigentes locales y autonómicos debieran reflexionar, en la medida que - a través de estos procesos - pueden mejorar la gobernación y elevar los niveles de bienestar y calidad de vida de nuestras ciudades y regiones.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados