La complejidad y «dureza» de una ciencia no debería medirse, como suele hacerse, por el método utilizado sino por la dificultad del objeto. Si así hiciéramos, estaríamos hablando de la Psicología como de una ciencia «dura», dada la enorme dificultad y complejidad de su objeto. De ahí que el psicólogo, que como cualquier otro científico debería adaptar su método al objeto de su disciplina, y no al revés, tendría que valerse de una gran variedad de métodos y, desde luego, no podría dejar de lado el hermenéutico. De hecho, tal vez una condición necesaria para avanzar en psicología sea la comprensión de la conducta humana y del ser humano. Y desde luego, si alguien ha destacado en psicología por utilizar el método hermenéutico, ése ha sido Sigmund Freud, a pesar de los errores y las exageraciones cometidas
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