Felipe, joven copista de lienzos salidos del pincel de gloriosos nombres de la pintura española, desaparece de repente, dejando como única huella una carta expedida desde Zumaia. En esta localidad vasca estableció Ignacio Zuloaga su última residencia, baluarte de piedra contra el germen de la vanguardia y la modernidad. Felipe interroga a esas paredes buscando una respuesta que sólo el maestro podrá darle...
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