Familiarización con la clasificación de las micosis. Las infecciones por hongos y las enfermedades que causan micosis convencionalmente se han clasificado basándose en su localización anatómica, en superficiales o cutáneas, subcutáneas y profundas o sistémicas (invasoras).
Diagnóstico y tratamiento de las micosis superficiales o cutaneomucosas. Las micosis suponen un apartado importante dentro de las infecciones cutáneas. Su diagnóstico es fácil y su tratamiento, efectivo. Las principales dermatofitosis son la tiña de la cabeza, la tiña del cuerpo, la tiña crural, la tiña de las manos y pies, y las onicomicosis.
Otras micosis superficiales frecuentes son la producida por Candida albicans y la pitiriasis versicolor.
Reconocimiento y diagnóstico de laboratorio de las micosis subcutáneas e invasoras. El diagnóstico microbiológico se basa fundamentalmente en el aislamiento e identificación de los hongos que las producen.
En nuestro medio la micosis subcutánea más importante es la esporotricosis. Las principales micosis profundas son la histoplasmosis, criptococosis y neumocistosis. La candidiasis y la aspergilosis son las principales formas de micosis sistémicas.
Descripción de las características fúngicas de los agentes responsables de las mismas. Dichas características se obtienen mediante el estudio macroscópico y microscópico, así como por los requerimientos nutricionales y pruebas bioquímicas.
Justificación de realización de las pruebas de sensibilidad a los antifúngicos. La aparición de especies patógenas con resistencia intrínseca a los antifúngicos y de cepas con resistencia secundaria ha determinado la necesidad de desarrollar y estandarizar las pruebas de sensibilidad a los antifúngicos.
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