A. Ortiz, Jaime Esteban, J. I. García Cía, Ricardo Fernández Roblas
Clasificación. El complejo M. tuberculosis está formado por las especies M. tuberculosis, M. bovis, M. africanum, M. microtii y el bacilo de Calmette y Guérin capaces en mayor o menor medida de producir tuberculosis en el ser humano.
Factores predisponentes. La posibilidad de desarrollar la enfermedad tuberculosa depende, en gran medida, de factores genéticos y de una historia previa de exposición al bacilo por parte del paciente. Los pacientes inmunodeprimidos y los pertenecientes a grupos socioeconómicos de riesgo son los más propensos a desarrollar la enfermedad.
Patogenia y clínica. En la mayoría de los casos la infección se adquiere tras la inhalación de aerosoles cargados de bacilos capaces de llegar a los alvéolos pulmonares. Tras una primera defensa por parte del sistema inmune, son capaces de reactivarse en caso de inmunodepresión del paciente, incluso años después de la primoinfección, y provocar la enfermedad, ya sea localmente o en cualquier órgano de la economía.
Diagnóstico. El diagnóstico de la tuberculosis lo podemos dividir en diagnóstico de la infección tuberculosa mediante la prueba de Mantoux, con sus limitaciones, ya que tiene falsos positivos y negativos, y en diagnóstico de enfermedad tuberculosa, para el cual nos basamos en estudios de imagen (principalmente la radiografía de tórax), estudios microbiológicos, mediante la detección de la bacteria por microscopía o cultivo (técnica de referencia), estudios histológicos y las nuevas pruebas moleculares, con gran presente y mejor futuro.
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