La inmigración repercute directamente sobre la financiación de las pensiones. Cuando un inmigrante entra en España, parte de su renta sirve para costear nuestro sistema público de retribuciones. A pesar de plantear problemas lógicos, como la "congestión" de algunos servicios públicos y el disfrute de un capital público en cuya financiación no participaron, la inmigración es fundamental para la sostenibilidad de las pensiones, cada vez más determinadas por los altos niveles de la tasa de dependencia.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados