TULAREMIA Epidemiología. La tularemia es una zoonosis. La forma más frecuente de transmisión al hombre es a través de la piel. No es necesario el aislamiento de los pacientes.
Evaluación del paciente. El diagnóstico se realiza en función de un cuadro clínico compatible con historia de contacto epidemiológico y una prueba de diagnóstico de laboratorio. Hay 6 formas clínicas con distinto diagnóstico diferencial, y varía desde enfermedad asintomática hasta sepsis.
Tratamiento. El fármaco clásico es la estreptomicina de 7 a 14 días. Las quinolonas son una alternativa válida y eficaz.
INFECCIONES POR HAEMOPHILUS Epidemiología. H. influenzae es un patógeno exclusivamente humano. Se transmite por vía aérea. Su incidencia es mayor en niños y ancianos. Las formas capsuladas causan enfermedad invasiva en general en niños. Las cepas no capsuladas producen invasión local de superficies mucosas, por contigüidad en adultos.
Evaluación del paciente. El diagnóstico se hace por cultivo, en agar-chocolate o agar-sangre. En el líquido cefalorraquídeo, la presencia de cocobacilos gramnegativos es orientativo de meningitis por Hib.
Tratamiento. En meningitis por Hib el tratamiento se hará con una cefalosporina de tercera generación. Las infecciones no invasivas se tratan con antibióticos por vía oral: amoxicilina-clavulánico, cefalosporinas, quinolonas y macrólidos.
Prevención. Vacunación. En el calendario vacunal pediátrico español, la vacuna Hib es obligatoria. Los niños mayores de 5 años y los adultos no necesitan vacuna salvo en las siguientes circunstancias: anemia falciforme, VIH-sida, extirpación del bazo, trasplante medular o tratamiento con quimioterapia.
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