En 2005, la evolución del mercado de trabajo en España mostró un repunte en el ritmo de crecimiento en el empleo que se mantuvo en línea con la evolución del PIB, con lo que el avance de la productividad aparente del trabajo fue moderado y muy similar al del año precedente. Dentro de este mayor dinamismo del empleo, destacó el vigor mostrado por el empleo asalariado y, dentro de este, por los trabajadores temporales que volvieron a crecer por encima del empleo indefinido, dando lugar a un nuevo incremento de la ratio de temporalidad. En cuanto a los salarios, la negociación colectiva continuó bajo el marco del acuerdo para la negociación colectiva renovado para este año y dio lugar a un crecimiento de las tarifas salariales levemente inferior al del año precedente, a pesar del repunte de la inflación. Finalmente, la mayor creación de empleo permitió una reducción notable de la tasa de desempleo en un contexto de sostenido crecimiento de la incorporación de la población al mercado de trabajo.
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