La globalización constituye el rasgo más general del tiempo histórico que, en él presente siglo, le corresponderá vivir a la educación. Por su propia na-turaleza, el fenómeno de la globalización se puede ubicar en los dominios del pa-radigma de la complejidad. La proliferación de los bucles causales, el carácter abierto del tiempo y el nuevo diálogo que parece instalarse entre el todo y las par-tes avalan esa aproximación intelectual. Asimismo, la globalización avanza de la mano de la sociedad del conocimiento que se convierte en una dimensión funda-mental de aquélla, en uno de sus principales motores. Precisamente por ello, la globalización ha hecho más sensible el sistema social a los errores y a los aciertos del sistema educativo. Habida cuenta del importante papel que desempeñan las políticas y las metapolíticas en la mejora de la realidad educativa, la referencia a ellas resulta obligada en cualquier reflexión sobre el futuro.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados