El considerable grado de discrecionalidad del que gozan los tribunales a la hora de juzgar se ve en la actualidad preocupantemente aumentado en aquellos supuestos que, generados por la tecnología, continúan carentes de una adecuada regulación legal.
Para tales casos, entre los que se encuentran los sistemas de vigilancia electrónica, parece necesario abogar por el auténtico papel que debería representar el principio de proporcionalidad en un verdadero sistema de Derecho. Dicho criterio, indisolublemente unido al valor Justicia, debe resolver en aquellos procesos en los que se planteen conflictos frente a la privacidad, mediante una ponderación de bienes jurídicos que atienda a la naturaleza del delito que se pretende combatir, a su gravedad y a su propia trascendencia social.
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