Este artículo presenta los primeros resultados de una investigación en curso sobre los estudiantes de Educación Social y los de Magisterio, de cinco especialidades distintas. Estos dos colectivos que serán los educadores del año 2000 en los ámbitos formal y no formal tienen en común que están formados por grupos heterogéneos en cuanto a orígenes sociales y perspectivas profesionales, con una identificación vocacional notable con los estudios que cursan y un concepto de servicio social de su futura profesión. Los estudiantes de Educación Social se distinguen por su compromiso y progresismo social frente a los estudiantes de Magisterio que tienen una concepción más individualista de su labor
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