El caso del monumento barcelonés al poeta catalán J. Verdaguer es muy atormentado y empieza a principios del siglo, inmediatamente después de su muerte. La historia del monumento refleja la derrota de algunas políticas y, más en general, de la élite política del primer cuarto del siglo. El estudio nos hace volver al ambiente social de Barcelona en los años en que el catalanismo iba tomando lentamente conciencia de si mismo en una época de grandes tensiones sociales y sindicales S. Rusiñol, en la pieza teatral ¿El Mistic¿ , presenta su retrato de la personalidad de Verdaguer, ofreciendo una imagen totalmente diferente de la que se deduce de los discursos que inauguraron el monumento en 1924, en los que se enfatizaba la hispanidad de Verdaguer, ¿gloria de la raza hispánica¿.
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