Objetivo. La depresión postictus (DPI) es el trastorno neuropsiquiátrico más frecuente tras un ictus. Revisamos el diagnóstico diferencial y las complicaciones asociadas a la DPI, así como las diferentes alternativas terapéuticas existentes. Desarrollo. El diagnóstico diferencial de la DPI incluye la fatiga postictus y las manifestaciones pseudodepresivas por infartos estratégicos (apatía, aprosodia, falta de activación psíquica, estados de labilidad emocional). Existen complicaciones cognitivas y funcionales asociadas a la DPI no tratada. La mortalidad en pacientes con ictus deprimidos es 3,5-10 veces mayor que en aquellos no deprimidos, y la ideación suicida puede presentarse en un 11,3% de los supervivientes de un ictus. Ensayos clínicos controlados con placebo han mostrado la eficacia de la fluoxetina, la nortriptilina, la trazodona y el citalopram en el tratamiento de la DPI. Otros abordajes terapéuticos incluyen la rehabilitación cognitiva y la propia rehabilitación funcional. Conclusión. La DPI es una condición potencialmente tratable, infradiagnosticada, que tiene un efecto negativo sobre la función cognitiva, la recuperación funcional y la supervivencia tras un ictus. El tratamiento farmacológico de primera elección son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina. Sin embargo, ningún estudio evidencia una superioridad de un fármaco específico sobre otro, ni el mejor momento para iniciar el tratamiento
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