A lo largo del siglo XVI se asentaron (temporal o definitivamente) judíos y cristianos nuevos de origen ibérico en diversas ciudades de Italia, donde constituyeron comunidades que desarrollaron una identidad cultural propia. En este artículo se analizan algunos aspectos de las comunidades sefardíes italianas, con especial atención a la trayectoria intelectual de algunas familias (los Abravanel, los Usque), la producción cultural en determinados centros sefardíes italianos (las comunidades de Ferrara, Venecia o Roma), algunos hitos la producción literaria y editorial, y la situación lingüística, que propició el proceso de koineización que finalmente daría origen al judeoespañol.
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