Existe la concepción generalizada entre investigadores y autoridades educativas, que la calidad de la educación se refleja únicamente en el desempeño de los estudiantes en exámenes estandarizados. En este artículo, por el contrario, se parte de la base que la escuela es con frecuencia la única presencia que hace el Estado en ciertas comunidades del país, especialmente en zonas rurales o marginales, por lo que la calidad educativa debería ser medida en términos de la contribución de la escuela al desarrollo económico y social sostenible de las comunidades donde se inserta. Este documento tiene como fin reflexionar acerca de cómo se puede construir capital social, capital humano y una educación de calidad haciendo uso de los recursos y de las oportunidades que ofrece la escuela y el liderazgo efectivo.
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