El problema de los temas que se convierten en referencias habituales,así sucede con la globalización,es que por significar tantas cosas terminan por reducirse a cuestiones nominales.Y la globalización es algo más que una denominación descriptiva;es,por el contrario,uno de los grandes retos a abordar por su ambigüedad,por las desigualdades que arrastra,por la marginación en la que termina sumiendo a los sectores más debiles,por la cobertura que da a fenómenos de explotación a escala universal. y porque,en definitiva,esconde una grave marginación de los derechos humanos del escenario mundial.Hablar de globalización significa primero hablar de responsabilidad global,es decir,del fundamento moral de la acción humana en la tierra,como patria única de los hombres.
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