Durante más de seis siglos los romanos vivieron, trabajaron y amaron, esta tierra; enterraron, en ella, a sus muertos y vieron nacer a su hijos, derramaron sudor y sangre, hasta que llegó un momento, en que el paso del tiempo, hizo que ya no fuesen romanos sino hispanos, quedando para siempre unidos en perfecta simbiosis. Después de más de mil quinientos años, los numerosos restos de este período nos recuerdan su esplendor.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados