La miel en los labios

• Autores: Charo Díez
• Localización: Cuaderno de campo, ISSN 1137-2095, Nº 32, 2005, págs. 26-29
• Idioma: español
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• Resumen

  • Son como pequeñas urbanizaciones a las afueras de un pueblo, alineadas en el ribazo y con unas vistas espléndidas. A punto de acabar el verano más seco que se recuerda, una veintena de colmenas albergan en sus tripas una actividad frenética: las abejas se afanan por concluir su trabajo antes de comenzar la invernada. Para el apicultor es el momento de recoger el fruto de ese esfuerzo. Tintxu Ruiz, apicultor de El Rasillo, hace de maestro de ceremonias y no es en sentido figurado, porque la extracción de miel requiere tantos rituales como el más solemne protocolo. La visita guiada comienza a escasos metros del colmenar y con alguna abeja revoloteando inquieta en torno al todoterreno, atraída por el olor almizclado de trajes y utensilios. Tintxu saca los monos blancos, las botas de plástico, los guantes reforzados y la careta protectora mientras cuenta despreocupado lo mortal que puede llegar a ser una picadura de abeja, mortal para la abeja y también para el hombre. Una mirada rápida a las colmenas tranquiliza más que sus palabras. Nada parece augurar que allí se mueven miles de abejas, cada una con su aguijón. Según dicen, unas 30.000 abejas por colmena. Pero no hay que dejarse impresionar.