Los objetos que traen las niñas y los niños a la escuela son, en muchas ocasiones, fuente de interés, curiosidad y motivo de nuevos aprendizajes para todos, y por lo tanto un excelente recurso para trabajar en el grupo. Estos objetos tienen un valor para ellos y el poder mostrarlos ante los demás, compartirlos, contar lo que saben sobre sus características y propiedades, es de gran interés tanto en el plano afectivo como en el de los conocimientos. Quiero resaltar la enorme importancia que va a tener la acogida que demos a estas aportaciones de los niños. Una actitud, por nuestra parte, receptiva, abierta, de interés y escucha, ante la llegada de este tipo de material, provoca en el pequeño el sentimiento de ser valorado, escuchado, apoyado en sus iniciativas y genera deseos de participación y cooperación. Si a todo esto añadimos la capacidad de estas situaciones de potenciar otros aspectos como la autoestima, la formación de su propia imagen e incidir positivamente en el mundo profundo de las emociones del ser humano, podemos afirmar que dichas situaciones son un excelente punto de partida para un proyecto de trabajo..
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados