Ana Hidalgo Conde, Pedro Valdivielso Felices, Pedro González Santos, Isabel Aguilar Fernández
Lupus eritematoso sistémico. La manifestación cardíaca más común al inicio del lupus eritematoso sistémico (LES) es la pericarditis, sin embargo a lo largo de la evolución la detección clínica y/o ecográfica de las vegetaciones de Libman-Sacks son más fecuentes. A largo plazo, la enfermedad coronaria acorta la expectativa de vida en el LES; la identificación y la corrección de los factores de riesgo convencionales es obligatoria en estas pacientes.
Síndrome antifosfolípido. Clínicamente, la trombosis coronaria marca la afectación en el síndrome antifosfolípido primario y secundario, aunque es aún más común ecográficamente la enfermedad valvular, con fenómenos embólicos. Para algunos autores,la afectación valvular debería incluirse entre una de las características del síndrome. La anticoagulación es uno de los pilares del tratamiento del síndrome.
Artritis reumatoide. Aunque cualquier área del corazón puede afectarse en la artritis reumatoide, la coronaria es la forma más común de lesión cardíaca y junto con las lesiones arterioscleróticas de otros lechos vasculares, la principal causa de muerte de la enfermedad. Aunque en la artritis reumatoide existe mayor número de factores de riesgo vascular que en la población general, los marcadores sistémicos de inflamación son predictores independientes de enfermedad.
Esclerosis sistémica. En la esclerodermia, los espasmos de los pequeños vasos yla fibrosis miocárdica y del lecho pulmonar, con la consiguiente hipertensión pulmonar, son los trastornos de mayor prevalencia.
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