Irma Césped Benítez, Carmen Balart Carmona
Requerimos, como maestros, aprender a generar en lo social, cultural, ecológico, ambientes de aprendizaje que puedan satisfacer necesidades actuales y futuras y, así, reducir las frustraciones de las nuevas generaciones. Estos espacios educacionales, más importantes que las gestiones pedagógicas, deben tender a un profundo conocimiento de uno mismo, a un entendimiento de la condición humana y a propiciar una participación responsable de la comunidad local y universal, teniendo como prioridad el cultivo de los valores humanos, ecológicos y espirituales. Para lograr esto, será necesario un paradigma educacional que lleve a la formación integral del individuo, para que, aparte de saber y saber hacer, pueda aprender a ser y aprender a vivir y a convivir.
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