Lorca experimentó con todo tipo de poesía y formas estróficas. Aunque se le suelen distinguir en su obra poética dos grandes estilos - el tradicional y el surrealista - en Lorca conviven más escrituras, claro indicio de su irreductibilidad a cuatro lugares comunes. Este artículo explora una faceta apenas estudiada del poeta andaluz: la neoclásica. Lorca escribió un total de diez odas y proyectó nada menos que un libro de odas, evidente testimonio de su interés por esa forma de la poesía clásica. A partir de la definición proporcionada por Sebold de neoclasicismo y del repaso de la tradición moderna de la oda, en este trabajo se procede al examen de la "Oda a Salvador Dalí" vis-á-vis las odas pindáricas y horacianas en las que se inspiró. Al final se llega a dos conclusiones importantes: que Lorca conocía a fondo la poesía clásica y que algunos aspectos de la oda pindárica (i.e., desorden organizativo, imaginería sorprendente) le condujeron, en parte, a la práctica del surrealismo
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