La obra de a. Robbe-Grillet se descompone en una serie de cuadros descriptivos en los que se aprecia la influencia de la estética cubista. Al mismo tiempo el autor se muestra como un fiel continuador del legado pictórico surrealista. El espíritu de Magritte ha condicionado la imaginería obsesiva de Robbe-Grillet: el sueño, lo incongruente subyacen bajo la superficie de una realidad prosaica y cotidiana. La imagen femenina en Robbe-Grillet presenta analogías con la de la pintura de Magritte. Las figuras de maniquíes mutilados en solitarios espacios naturales son un tópico frecuente en la representación del artista y en la descripción del autor. Motivos que ya existían en la pintura metafísica de De Chirico, elementos sin identidad, en el escenario irreal de plazas solitarias. La técnica descriptiva de Robbe-Grillet ofrece un aspecto innovador: la utilización de la materia como instrumento descriptivo, principal soporte de la expresión plástica vanguardista, le vinculan a la pintura matérica y la ausencia figurativa a las técnicas propias del tachismo. Como los artistas formalistas Robbe-Grillet se sirve de los materiales en si mismos como principal artífice expresivo
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