El análisis del color en la Chanson de Roland nos muestra la existencia de un código de representación simbólica, heredado por la edad media de la religión persa a través de Grecia, Roma y el cristianismo. El deslumbramiento por lo brillante, la dualidad del blanco y del negro como principios de lo bueno y de lo malo, el color dorado como símbolo de la fe y del amor de dios, el rojo que representa el fuego (de dios) que desciende sobre los hombres, y finalmente el verde, símbolo de la victoria de la espiritualidad frente a la materialidad.. Configuran un universo simbólico, en consonancia con la filosofía "realista" de la época, que encontramos igualmente en la pintura o las vidrieras medievales, y que nos será legado al mundo occidental
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