Al calor y al compás de la misión arqueológica española en Qara Quzaq, la autora de este informe ha ido conviviendo con los habitantes de la aldea y de las aldeas cercanas y realizando trabajos de etnografía, de toponimia y de estudio global de la cultura local. Los resultados han sido de gran interés también para la arqueología: se han podido identificar a través de estos estudios algunos puntos clave de la geografía antigua y con ello los trabajos arqueológicos se han visto muy potenciados. Las cuestiones de la continuidad cultural se plantean así con una luz muy brillante y se demuestra con hechos la interdisciplinariedad de los trabajos de campo.
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