El niño pasa la mayor parte del tiempo de clase escuchando. ¿Qué ocurre en esa actividad central? ¿Cómo desarrollarla? Este artículo expone los modelos actuales que intentan responder a esas preguntas y avanza un nuevo planteamiento. Tratar el contenido de la exposición oral como si fuera escrita permite con la misma actividad de escucha resolver dos importantes objetivos: a) mejorar la comprensión lectora de los alumnos y desarrollar las estrategias meta-cognitivas o conscientes de recepción y, b) al hacerlo, mejorar la comprensión tanto oral como lectora.
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