Costes laborales y competitividad de la economía española

• Autores: José Ignacio Pérez Infante
• Localización: Economía y sociología del trabajo, ISSN 0214-6029, Nº 25-26, 1994 (Ejemplar dedicado a: El coste del factor trabajo), págs. 204-234
• Idioma: español
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• Resumen

  • En el trabajo se analiza la influencia de la evolución de los costes laborales en el grado de competitividad de la economía española.

    Después de exponer el concepto de competitividad de una economía, los factores que la determinan y los instrumentos de medición, se estudia el comportamiento de los costes laborales en España desde el año 1964, dividiendo el período considerado en cinco fases: la primera de 1964 a 1974, caracterizada por una tendencia creciente de los costes laborales, pero sometida a importantes oscilaciones; la segunda, de 1974 a 1979, en la que el ritmo de crecimiento de dichos costes es cada vez mayor; la tercera, de 1979 a 1989, en le que se produce una importante moderación salarial; la cuarta, de 1989 a 1992, en la que vuelve a acelerarse la tasa de crecimiento de los salarios; y la quinta, iniciada en 1993, en la que vuelve a producirse una importante moderación de los costes laborales unitarios.

    Como consecuencia de la evolución de los salarios, difícilmente puede mantenerse que los mismos sean la causa principal de la explicación del crecimiento del desempleo a partir de 1979, aunque las rigideces salariales existentes en los últimos años sí que pueden servir, junto con otras variables, como es el retroceso de la demanda efectiva, para entender la persistencia de los elevados niveles de paro que caracterizan a la economía española últimamente.

    Finalmente, los costes laborales han influido en la competitividad de la economía española, medida a través del índice del tipo de cambio efectivo real, frenando los efectos favorables que sobre dicha competitividad ha tenido la evolución del tipo de cambio nominal en el período 1984-1987, haciéndola más negativa en el período 1988-1991 y ampliando la mejora de la competitividad que se derive de la depreciación de la peseta de los dos últimos años, 1993 y 1994.