Se conoce la importancia de la propaganda en la Guerra de la Independencia. De parte de los Franceses, la tentativa de convencer a la opinión pública de la inutilidad de cualquier resistencia empieza antes del conflicto con el control por las autoridades militares de la Gaceta de Madrid que publica sin la menor resistencia las traducciones del Boletín del Ejército de España, especialmente en unos números extraordinarios que manifiestan la voluntad del lugarteniente del Emperador, Murat, de dramatizar la situación. El nuevo soberano, Fernando VII y su Primer Secretario de Estado, Pedro Ceballos, intentaron en vano rehacerse con el control de la Gaceta.
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