Objetivo: Evaluar la relación entre los niveles en sangre de tacrolimus, la incidencia de rechazo agudo en enfermos trasplantados de corazón y determinar el rango de concentración más adecuado para prevenir el rechazo. Estudiar otros factores predictores del rechazo.
Método: Se realizó un estudio retrospectivo de todos los enfermos adultos trasplantados de corazón entre enero de 2000 y octubre de 2003 en tratamiento con tacrolimus, corticoides y azatioprina/micofenolato mofetil. La eficacia del tratamiento se evaluó por confirmación histopatológica del rechazo agudo como grado = 3A según criterios del Sociedad Internacional de Trasplante de Pulmón y Corazón (ISHLT). Se registraron los resultados de las biopsias endomiocárdicas y de los niveles mínimos de tacrolimus en sangre durante el primer año postrasplante. El análisis de los datos se realizó mediante la t de Student, regresión logística univariante y curva ROC.
Resultados: Se encontraron diferencias significativas en la concentración mínima de tacrolimus en sangre alcanzada el día +5 postrasplante entre los enfermos que presentaron algún episodio de rechazo agudo el primer año y los que no (5,76 ± 3,4 vs 9,66 ± 2,73 ng/ml, p = 0,016). El nivel el día +5 fue el mejor predictor del rechazo (p = 0,05) de modo que el riesgo de un paciente respecto a otro con una unidad menos en el nivel de tacrolimus es 1,58 veces mayor. 8 ng/ml es el nivel con mayor poder de discriminación (sensibilidad = 75% y especificidad = 72,7%), de modo que alcanzar una concentración mínima en sangre de 8 ng/ml el día +5 reduce la incidencia de rechazo agudo de 33 a 80% (p = 0,055, p. exacta de Fisher).
Conclusiones: Alcanzar niveles mínimos adecuados de tacrolimus en los primeros días postrasplante (al menos de 8 ng/ml el día +5) puede ser crucial para evitar el rechazo agudo en pacientes trasplantados de corazón.
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