En este artículo se muestra el funcionamiento de los Jurados Mixtos de Trabajo durante la II República en Albacete, provincia eminentemente rural. Dichos Jurados supusieron un importante avance en las mejoras laborales, especialmente en el campo, recogidas en las Bases de Trabajo. Al tiempo frenaron los abusos laborales, practicados hasta ese momento por la patronal, a través de las acciones inspectora y contenciosa.
Su actuación fue más dinámica y favorable a los trabajadores en el primer bienio republicano que en el segundo. Respecto a las actitudes ante los Jurados, la patronal reiteró sus constantes criticas y mostró su frontal oposición, especialmente entre 1931 y 1933, mientras la UGT manifestó su simpatía y apoyo.
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